Can Mir se llena de risas y niños corriendo, son alumnos de una escuela que vienen a conocer la finca, visitan el vivero, hacen talleres relacionados con las plantas (jardinería vertical, microjardinería, huerta…) disfrutan de las sesiones de cuentos y de los paseos por la finca en los que descubren cómo es la vida en el campo, y la flora y la fauna del entorno.